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I can´t believe it! Fifteen years watching while squawking green parrots decimate my date tree; feasting every autumn on my dates. Days and days of nibbled yellow dates lying on my lawn, attracting all sorts of other nasty nibblers! I was always told that the dates in my tree were not the edible kind; the wrong kind; the yellow kind…all manner of reasons (was it me?!!) why my dates were just not good enough. Somehow defective. Story of my life! And now, hurray, apparently everyone was wrong! So imagine my surprise when I visited the Datilero family, here in Valencia, where Rustic Escapes have our lovely Partida de la Mar and Casa de la Campana properties (you must come and see for yourselves!) to see other trees like mine. Yellow dates are edible! They just need ´curing´or maturing with vinegar and they become unctuous and sweet and … delicious. Just like the dates we all love and know. And some people prefer to buy them and eat them yellow. They last longer and in the run up to Christmas, slowly mature and brown with time. I can´t believe it. How many hundreds of kilos have those pesky parrots eaten over the years. Making the yearly pilgrimage to silly Tracy´s garden in Valencia. Feasting at my cost. Littering my garden with the discarded stones and nasty nibbled bits they simply couldn´t eat thanks to the hundreds available to them high up in the palm trees in my garden. Enough! No more! Next year I shall join the date farmers, harvesting our fruit; which is fitting as I have recently, as you know, become a farmer. I´m a date farmer. Una Datilera!

No puedo creerlo! Quince años viendo como me decimaban los loros los frutos de las palmeras de mi jardin. Una molestia total cada otoño. Ese graznido estridente; esa bandada de ladrones verdes, valientes y ambiciosos; atrevidos y descarados; literalmente vaciando mis árboles de dátiles cada año, dejando en el suelo a frutos medio comidos, atraendo a otros roedores menos bonitos! Me habían dicho todos que no valían mis dátiles; que los dátiles amarillos eran otros; no comestibles; malos. Era yo?! Me preguntaba. Típico. Mis dátiles no valían. Típico de mi vida! Y luego llegó el día de mi visita a ver trabajar a los Datileros…aquí en Valencia donde tenemos Rustic Escapes nuestra Partida de la Mar y nuestra Casa de la Campana (a ver si algún día os venís vosotros mismos a ver recoger a los dátiles) fui a ver la recogida de los dátiles. !!Y valen mis dátiles!!  Todo ese tiempo. Esos años perdiendo literalmente cientos de kilos de dátiles. !Dando de comer a esos molestos pájaracos! Basta. Por lo visto los dátiles amarillos se vuelven marrones una vez curados, con vinagre. Se vuelven así unctuosos y deliciosos. Y la gente también los compran amarillos. Los prefieren así, así se maduran poco a poco, son también buenos. El año que viene entonces los recogeré. Otro ´producto´para mi, como agricultora. que ya , como sabéis , soy. Otra cosecha para mi como granjera. !Seré Datilera!